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¿Demonios, Brujas o Espíritus Malignos? (Fernán Tamayo)

Indagando con frecuencia me he encontrado con un suceso paranormal recurrente. Habiendo sabido que unos parientes lo habían padecido, me di a la tarea de entrevistar a muchas personas encontrándome con un montón de historias increíbles.

 Lo que pasó en primer lugar fue lo siguiente: Unos parientes que me han pedido no revelar su identidad, me contaron que estando su hijo mayor como de tres meses de nacido, les ocurrió una noche, que estando ya dispuestos a dormir, se acostaron con el bebé en medio de la cama entre los dos, solían usar por aquella época un toldillo (mosquitero), que colgaba del techo hasta la cama y se metía debajo del colchón, de tal manera, que para salir había que tirar del mismo con un tanto de fuerza.

 Una madrugada de manera inesperada, la madre despertó, notando que aunque el toldillo estaba debidamente atrapado bajo el colchón, con el peso de ella y su marido encima, el bebé no estaba con ellos en cama. Cabe anotar que vivían en la periferia de un municipio, ya bien próximo al sector rural, por lo que solía haber mucho bosque alrededor y ratas que se metían en la vivienda hasta por el techo. 

 Cuenta la mujer que desesperada hizo levantar a su marido a gritos para buscar juntos al niño, que después de buscar por todos lados, antes de salir de la casa al marido se le ocurrió buscar debajo de la misma cama, fue allí donde encontraron al niño dormido, sano y salvo, a pesar de las ratas que merodeaban a diario el recinto. Lo peor de todo, es que tal suceso se repitió en tres ocasiones, en menos de dos meses, por lo que decididos llevaron al niño a bautizar y a que le hicieran toda clase de rezos y bendiciones, luego de lo cual, nunca más se repitió el hecho. 

 Ellos se preguntan aún hoy en día, cuando el niño es ya mayor de edad, ¿por qué razón las ratas no le hacían nada al niño, si lo más normal es que lo hubieran hecho? ¿Acaso uno de los dos era sonámbulo y sacaba al niño? ¿por qué nunca lograron notar nada si solían permanecer alerta? 

 Por otro lado, muy curioso resulta que esta experiencia la hayan vivido muchas familias, en varios países, pero siempre con un elemento en común, que viven cerca de bosques grandes o zonas rurales, pues a los que viven bien inmersos en la urbe y sin zonas boscosas cercanas nunca les suele pasar. Pero igual de curioso, que luego del bautismo y los rezos y bendiciones especiales todo cesara en todos los casos conocidos. Algunos dicen que brujas, otros que demonios o espíritus malignos, lo cierto es que pasa algo, a lo que formalmente no se le quiere prestar atención por considerarlo parte de la idiosincrasia de nuestros pueblos. En otros testimonios se ha visto que los niños duermen solos en su cama o hasta en otra habitación, pero suelen encontrarlos debajo de camas o mesas. ¿Conocen a alguien que también le haya pasado?

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