¿Por qué Agnosticismo Teísta?
Porque el ateísmo no es científicamente
convincente ya que la precisión lógica y
matemática de la naturaleza desde una
perspectiva físico-química apunta a que
la existencia concreta obedece a un
diseño evidentemente deliberado que
hoy en día copiamos e imitamos desde
el saber científico y tecnológico.
A parte de ello, hay que reconocer que
toda creencia religiosa es producto de
un mito, que a su vez es un producto
sociocultural configurador de la vida
política y económica de las
comunidades humanas, por eso termina
siempre siendo una herramienta de
control de las conciencias de las masas
y termina incluso como lo ha hecho a lo
largo de la historia humana, legitimando
unas ideologías y el predominio de
unos sectores sociales sobre otros.
Porque “no hay verdades”, en realidad
estamos sometidos a la eterna
incertidumbre por las barreras
inexorables que limitan el alcance de la
ciencia, la comprensión y el
conocimiento humano. Incluso, lo que
consideramos misterioso e inexplicable,
no demuestra ni argumenta nada en
absoluto…
Tan sólo algunos muy pocos sucesos
insinúan la existencia del fenómeno
paranormal, pero sin permitir acceso
cierto al conocimiento pleno de nada.
Por ello, les comento dos testimonios
de los más extraños que he conocido…
El primero, es una experiencia cercana
a la muerte de una profesora con la que
trabajé hace ya más de 10 años, y el
segundo, es el testimonio de un
conocido muy cercano quien tuvo un
sueño premonitorio con su bisabuela,
que había fallecido aproximadamente 7
años antes.
Para comodidad de nuestro relato
vamos a llamarle la profesora Lola.
Pues bien, Lola me contó que una tarde
de domingo del año 1998 iba con su
marido sentada en el puesto del
copiloto mientras su marido conducía el
auto. De repente empezó a sentir un
dolor de estómago que rápidamente se
fue haciendo intenso hasta subir y
provocarle como una especie de ahogo
y dolor también en la garganta, por lo
cual se desviaron para dirigirse a la
urgencia de una reconocida clínica de
monjas donde les atendían; dice que se
sentó en la sala de espera mientras su
marido solicitaba atención hasta que se
cansó de la demora y se levantó
molesta e indignada levantando la voz
para dirigirse a la ventanilla donde
estaba su marido discutiendo con la
recepcionista.
Dice que mientras caminaba por la
pequeña sala de espera notó bruscos
movimientos de sus vecinos de puesto
a los que dejaba detrás de sí y notó que
hubo voces alteradas pero no volteó a
mirar hasta que vio que su marido giró
la cabeza para mirar y de repente corrió
hacia donde las personas que se
escuchaban preocupadas.
Dice que ella
pensaba que su marido preocupado iba
a prestarle auxilio a alguna de las
señoras, pero cuando se giró para
mirar, fue cuando pudo verse a sí
misma inconsciente y caída mientras
que la señora que estaba a su lado, con
dificultad trataba de sujetarla para que
no terminara golpeándose contra el
suelo.
Pudo ver entre el asombro y el miedo
-pues dice que se imaginó desde el
principio que estaba muerta- cómo su
marido al intentar correr tropezó y cayó
dándose un fuerte golpe en el abdomen
con una silla vacía, dice que no sentía
dolor y que no siguió a los médicos y
auxiliares que se llevaron su cuerpo al
interior de una sala de cirugías o
reanimación, sino que se quedó con su
marido que estaba arrodillado en el
pasillo llorando, mientras una de las
señoras que logró entrar hasta el pasillo
le ayudaba a levantarse.
Dice que intentó hablarle de mil
maneras pero él no le veía ni le
escuchaba, ni nadie más podía hacerlo,
dice que empezó a sentir miedo de
repente cuando empezó a sentirse
ligera, como si la gravedad no le
afectara.
Bruscamente dijo haber
sentido caer como contra el suelo con
tal dureza que sintió de repente un
fuerte dolor en el pecho y en todo el
tórax luego de lo cual no recuerda más
nada hasta despertar ya cuando todo
había pasado.
Estaba recuperándose
en una habitación mientras una auxiliar
inspeccionaba la dextrosa.
Cuenta Lola que al principio no dijo
nada por creer que todo aquello había
sido una pesadilla producto de su
miedo a morir, pero cuando notó que su
marido tenía una marca adolorida en el
abdomen, le preguntó y pudo
comprobar que en realidad ella sí había
visto a su marido caer al intentar correr
para auxiliarla, luego también comprobó
hablando con su marido el hecho de
haberse él puesto a llorar de rodillas en
el pasillo cuando a ella se la llevaron
mientras una de las señoras de la sala
de espera le ayudaba y trataba de darle
ánimo.
¿Qué fue eso? Su consciencia salió de
su cuerpo por un momento y le permitió
tener percepciones del entorno sin
mediación del cuerpo físico y del
cerebro, ¿acaso fue su espíritu?
No puede ser una alucinación, pues
logró comprobarlo preguntándole a su
marido, aunque muchos pueden creer
que no es más que una mentira.
Testimonios como este hay más de uno,
cosas extrañas que más impactan a
quien las vive, pues no puede dudarlo.
Pero veamos ahora un caso de sueño
premonitorio…
Marquitos era un joven trabajador del
sector industrial que operaba extrañas
máquinas de la cadena de producción
no sé de qué pieza industrial, cuenta
que una mañana al despertar para ir a
trabajar recordó con total claridad que
había soñado con su bisabuela, cosa
nada frecuente, además de que ya
tenía alrededor de 7 años de haber
fallecido.
Cuenta que en el sueño su
bisabuela le señalaba con preocupación
e insistía en decirle algo que él no
lograba entender, pero que ante la
insistencia de la señora él se miró la
mano y notó con extrañeza que unos
gusanos negros delgados y como
peludos, se movían por entre su piel en
los dedos de su mano izquierda.
Así pues, la jornada de trabajo
transcurría normal, hasta que la
máquina se atoró y por intentar
Marquitos salvar la producción en una
rápida reacción, la máquina casi se
lleva sus dedos de la mano izquierda.
Sangre y abundante dolor, Marquitos
fue atendido en una tradicional clínica,
una vez ya le habían dado unas
puntadas a las heridas de sus dedos,
pudo notar que habían sido los mismos
dedos que en el sueño rodeaban los
gusanos negros y delgados y que el hilo
negro de la sutura se parecía a los
gusanos del sueño en sus dedos índice
y corazón de su mano izquierda, allí fue
cuando recordó la preocupación de su
bisabuela y su insistencia en señalarle
mientras con afán y preocupación
pretendía indicarle algo importante…
¿Qué fue esto? ¿Acaso la bisabuela
regresó a prevenirle del accidente?
Sé que hay testimonios por el estilo,
pero este es el yo conozco
personalmente, es muy extraño, y sería
pretencioso culpar simplemente a la
casualidad, pues es evidente que la
señora lo que le señalaba era la mano,
tratando de manifestarle su
preocupación. ¿Acaso pueden los
espíritus de los difuntos volver del más
allá y manifestarse así sea a través de
sueños para darnos mensajes y
prevenirnos de hechos futuros?
Algunas corrientes esotéricas creen que
sí, pero eso será tema de otra ocasión.
Y ustedes…¿qué creen?

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